miércoles, 18 de enero de 2012

Córdoba: Exquisita, rústica y tradicional (Travel Time)




Rodeada de los maravillosos paisajes de la sierra argentina, se encuentra esta ciudad de ritmo relajado y gente acogedora. Más preparada que nunca para el turismo y ahora con vuelos directos desde Santiago, Córdoba se convierte en un destino obligado para quienes deseen degustar la deliciosa gastronomía de la región y pasear por una zona llena de cultura, tradición y belleza.


Poco tiene que ver la hermana menor del frenético Buenos Aires, con aquella ciudad húmeda, donde la urbe parece acorralarnos entre los edificios y el caos. Lo que envuelve a Córdoba, en cambio, son los campos, los ríos, la sierra, las haciendas jesuitas y los inmensos cielos azules que se abren generosos y nítidos. En ella se respira un aire liviano y menos caluroso, y las personas pasean relajadas en Córdoba “ca-pí-tal”, donde se escucha un acento cantadito y divertido.
Tal como las majestuosas haciendas que la rodean, Córdoba es sobria y elegante, sencilla y a la vez magnífica. Una ciudad de dualidades que combinan a la perfección y que invita a relajarse, paseando por las históricas callecitas de la “manzana jesuítica”, admirando su gran variedad de iglesias, o caminando a la orilla del hermoso río Suquía, pero al mismo tiempo, a disfrutar de todas las comodidades y entretenciones de una gran ciudad.



Sabores locales que sorprenden


Nunca el campo estuvo tan cerca de la ciudad, y los cordobeses han sabido sacarle el mejor provecho a esta suerte, atesorando lo mejor de las tradiciones y la identidad rural, tan olvidada en muchas grandes ciudades: el corazón campesino y amable, el saber que para tener, hay que trabajar, y a dedicarle tiempo y cariño a lo que se pone en la mesa. Esto, sumado a la variada herencia cultural de antaño, la diversidad culinaria de la zona, la buena mano lugareña y la creatividad de su gente, la ha transformado en un interesantísimo destino gastronómico, capaz de deleitar al más exigente de los paladares.
Cuidado entonces, con llenarse de medialunas, bifes o milanesas, mire que la oferta local tiene sus especialidades, que bien preparadas, pueden fácilmente destronar a estos clásicos de la cocina trasandina. ¿Chivito?, ¿ranas?, ¿yacaré?, ¿polenta?, ¿calabaza?, ¿miel de caña?... frescos y de la zona, los ingredientes están, y, una vez más, los cordobeses han demostrado lo bien que saben combinar. La oferta culinaria ha ido tomando vuelo con fuerza durante los últimos años, haciendo que afamadas delicias locales como la humita en chala, un quesillo con dulce de cayote, o unos riñoncitos de cabrito al torrontés, sean sólo un punto de partida para la imaginación del Chef cordobés.



Los galanes de la cocina


Una recomendación imperdible para los más sibaritas, es preocuparse de reservar un puesto en la exclusiva “Casa Galán”, restaurant de cocina de autor y a puertas cerradas, que abre solamente de jueves a sábado. En su propia casa y junto a dos de sus hermanos, el Chef Lucas Galán, deleita a 26 comensales, con un festín de seis cursos. Yacaré confitado con humus de berenjenas, pejerrey ahumado con sal de manzanas deshidratadas, o roll de ciervo con salsa de naranja, son algunos de los exóticos platos que podría tener el goce de probar.



“Ayer solamente mi hermano cazó el yacaré y el ciervo. Según lo que él caza, yo voy planeando lo que voy a servir”, cuenta el cerebro detrás de estas delicias. Lucas creció en el campo, y heredó de su padre el gusto por la buena mesa. Trabajó como Chef en el matinal más visto de Córdoba, y fundó una de las escuelas culinarias más importantes de la región. Su hermana, repostera, se encarga de deleitarnos una vez más, con el postre y los bombones, con lo que termina esta fiesta de sabores, donde todo es fresco, todo es gourmet, y definitivamente, todo es exquisito.



Córdoba y más allá


Un alojamiento cómodo y central, es el “Azur Real Hotel Boutique”, que se jacta de ser “un oasis en medio de la ciudad”, y además posee uno de los mejores restaurantes del lugar. Si camina un par de cuadras desde cualquier punto del centro, se encontrará fácilmente con calles ideales para el shopping. Si prefiere impregnarse de cultura, hay más de 35 museos, quizás deba partir por el glorioso “Palacio Ferreyra” y seguir por el Museo de Arte Contemporáneo. Si en cambio, prefiere la naturaleza, puede dar un paseo por el bello Parque Sarmiento, visitar el zoológico, o directamente arrendar un auto y recorrer alguna de las tantas opciones de los alrededores.
Una buena alternativa a poco más de una hora, es ir a la ciudad de Alta Gracia, disfrutar de un exquisito almuerzo en el Club de Golf, visitar las casas y actuales museos de Manuel de Falla y del Ché, y terminar con un recorrido por la Hacienda Jesuita y una caminata por el lago.

Para quien esté dispuesto a alejarse un par de horas más, con hermosos paisajes serranos, y sobre todo si sabe disfrutar de un buen paseo a caballo, una buena parada es “Haras Ampasachi”. Esta hacienda antigua restaurada, atendida por sus dueños, hoy se especializa en cabalgatas. Desde caminatas cortas, que pueden terminar en placenteros baños de ríos y cascadas, hasta excursiones de varios días en la cima de alguna montaña, estos criadores de “caballo peruano de paso”, exhiben diversos premios que los reconoce como los mejores en lo que hacen, además de atender a sus huéspedes con exquisitas comidas de la zona, preparadas con cariño y abundancia. Ciudad, campo o montaña, la región de Córdoba es, sin duda, una muy grata sorpresa.



Si gusta optar entre más paseos, visitas gratuitas guiadas u ojear otras atracciones de la región, no dude en visitar alguna de las decenas de oficinas turísticas que con la mejor disposición le brindarán una excelente atención y resolverán cualquier duda.

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